Tenerife es la isla de las mil experiencias. Mil planes que son posibles en cualquier época del año gracias a la bondad de su clima y a la enorme propuesta de actividades que ofrece la de mayor superficie de las Islas Canarias.


Disfrutar de un día de playa, caminar por alguno de los senderos que se adentran en frondosos bosques, descubrir impresionantes volcanes y paisajes sobrecogedores, casi de otro mundo, e imponentes barrancos y acantilados. Contemplar un cielo infinito de estrellas en buena compañía o hacer realidad ese sueño de ver a las ballenas y delfines nadar en libertad…


Quizá lo que apetezca es hacer algo de deporte. No hay problema. Aquí es posible practicarlos todos, especialmente los relacionados con el mar y el golf, pues la isla dispone de varios campos donde elegir. Y si se buscan emociones algo más intensas, nada como divertirse en las modernas atracciones de los parques de ocio, un paraíso para los niños que guardarán un recuerdo inolvidable de sus vacaciones en familia. En definitiva, un plan distinto para cada día y ¡adiós aburrimiento!


Pero Tenerife también es perfecta para descansar y desconectar del estrés. Al ser un destino turístico consolidado cuenta con una extraordinaria oferta de alojamientos, desde los más exclusivos a otros más modestos, en los que relajarse rodeados de todas las comodidades y servicios.


Un fabuloso día de playa


Las animadas playas de fina arena rubia y aguas tranquilas se encuentran en los principales núcleos turísticos de Tenerife, situados en el sur de la isla. Pero también las hay más tranquilas y alejadas de los centros urbanos en diversos puntos de la costa. Las encontramos de oscura arena volcánica o en forma de maravillosas piscinas y charcos naturales protegidos del oleaje.
Cualquier elección es perfecta para disfrutar de un fabuloso día de playa. Lo mejor es descubrirlas y sumergirse en ellas.