El majestuoso vuelo de las aguilillas sobre nosotros o el aleteo de las mariposas monarca revoloteando por nuestro jardín es como una meditación zen.
Una copa de vino a la puesta de sol, con los últimos rayos de sol entrando por las palmeras de la Furnia y el reflejo rojizo de las últimas luces sobre el Teide, son mi momento favorito del día.
Este lugar especial es ideal para los más hedonistas y amantes de la naturaleza. Tenemos una bonita piscina climatizada, alrededor de un bonito jardín con increíbles vistas al mar y al Teide.
Nuestros huéspedes pueden disfrutar del desayuno en el jardín, disfrutando de poder coger las naranjas directamente de los naranjeros para el zumo matutino. Además, tenemos en nuestras zonas comunes, una gran zona de barbacoa con un horno de leña, donde podrán disfrutar de las comidas.